¿Qué ropa deberíamos llevarnos al hospital para dar a luz?

Tras el parto, la estancia en el hospital no suele prolongarse demasiado, a excepción de los casos en que la madre o el bebé sufran complicaciones. No obstante, y aunque a priori parezca que no se necesitarán demasiadas cosas, se recomienda tener la bolsa del hospital preparada al menos un mes antes de la fecha prevista para el parto. De esta manera, si se adelantara la llegada del bebé, lo tendremos todo listo.

Algunas parejas prefieren preparar dos bolsas; una para los padres (ya que no debemos olvidar que el futuro padre suele quedarse en el hospital, y necesitará algunas cosas) y otra para el bebé. Tanto si se llevan dos como si nos decantamos por una única canastilla, hay ciertas cosas que no debemos olvidar.

Enseres y consejos para la mamá

Preparar maleta para dar a luz

Para la mamá, lo importante es llevar ropa cómoda y holgada, tratando de evitar llevar pijamas que se ajusten mucho a la cintura. Por este motivo se suele recomendar el uso de camisones, aunque si estos no nos resultan cómodos, unos pantalones anchos y ligeros y una camiseta similar también nos servirán. No hay que olvidar que, tras el parto se sangra mucho, y lo normal es que nos manchemos varias veces; por ello es recomendable llevar varios cambios de pijama o camisón. Tampoco hay que olvidarse de llevar zapatillas o chanclas, y para las más frioleras, una bata o una chaqueta.

De la misma manera, la ropa que elijamos para volver a casa tiene que ser cómoda y fácil de poner.

Los leggings pre-mamá, por ejemplo, son siempre una buena alternativa.

Durante la estancia en el hospital, se recomienda el uso de braguitas desechables. Estas se pueden comprar en cualquier farmacia, y aunque no es algo indispensable, nunca está de más tenerlas ya que así evitaremos manchar nuestra ropa interior. Por otra parte, este tipo de braguita específica para el posparto no oprime ni se ajusta demasiado a la cintura, permitiendo que los puntos curen adecuadamente, en el caso de tener una cesárea y resultando cómodas también si nos han realizado una episiotomía.

También se recomienda el uso de compresas posparto (o compresas ginecológicas o tocológicas), ya que no podremos usar tampones hasta pasada la cuarentena. Estas compresas son de gran tamaño y deberán estar hechas de algodón. Es importante que no contengan plástico en ninguna de sus capas, ya que dificulta la transpiración (elevando el riesgo de infecciones) y no permiten que los puntos de la episiotomía curen adecuadamente, en el caso que nos la hayan realizado. Tampoco se recomienda el uso de toallitas húmedas, porque pueden irritar. Algunos hospitales facilitan tanto las compresas como unas esponjas desechables de un solo uso que son muy útiles para el aseo, pero siempre es mejor ir preparada y llevarlas de casa. Además, necesitaremos seguir usando este tipo de compresa durante unos cuantos días.

Recién nacido en el hospital

No hay que olvidar llevar un par de sujetadores de lactancia y discos protectores. Se suele recomendar tener unos 3 sujetadores de lactancia, pero no va a hacer falta que los llevemos todos al hospital. Ya que la talla de pecho cambia durante el embarazo y tras la subida de la leche, lo más razonable parece ser esperar hasta el último momento para comprarlos, sobre todo porque un sujetador de lactancia bueno no suele ser barato, y es fundamental que nos resulte cómodo. También podemos esperar a salir del hospital para comprarlos, una vez nos haya subido la leche o, en el caso que nos hayamos decantado por la lactancia artificial, una vez estemos volviendo a nuestra antigua talla. No nos vamos a extender mucho aquí sobre este tema, pero sí que vamos a enfatizar la importancia de que el sujetador debe recoger el pecho, pero nunca comprimirlo (ya que esto puede traducirse en obstrucciones y finalmente, una mastitis). Para los primeros días sí que es recomendable usar uno sin aros, que se adapte a los cambios del pecho hasta que se instauren la lactancia y la producción de leche.

Por último, un neceser con lo necesario para el aseo diario: cepillo de dientes, dentífrico, gel, champú, desodorante, crema hidratante… Durante el posparto es posible que nos aparezcan estrías, así que no está de más usar una crema hidratante anti-estrías, a ser posible reafirmante. Algunas mamás deciden llevar más cosas como crema para las grietas de los pezones, sacaleches o pezoneras de silicona. Cada una que añada lo que considere indispensable.

Enseres para el recién nacido

El recién nacido no necesitará enseres de aseo como jabón o champú, pero sí que tendremos que llevar pañales de casa, toallitas y cremas. Muchos hospitales ofrecen muestras y cajas de regalo para los nuevos padres con algunos productos que más adelante usaremos, así como el alcohol para curar el ombligo del bebé.

Como a los recién nacidos les cuesta regular su temperatura corporal, lo adecuado es vestirlos con manga larga, calcetines y gorrito, siempre de algodón, evitando las cremalleras, lazos y botones. Para ello llevaremos mudas para unos 3-5 días, sin olvidarnos de un par de mantitas o muselinas.

La sillita del coche tiene que estar preparada de antemano. Colocarla cuando preparemos la canastilla es una opción, así ya lo tenemos todo listo y nos despreocupamos hasta que llegue el día del parto. Algunas sillas requieren instalación profesional; otras, como las que se usan en el cochecito, son más sencillas de colocar en el coche y lo podemos hacer nosotros mismos.

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