Los padres somos muy conscientes de la rapidez con la que los niños superan a su vestimenta en tamaño. A veces, como padres, parece que pasamos la mayor parte del tiempo reemplazando las prendas de ropa que nuestros hijos ya no pueden usar. Es una batalla interminable, parece. Pero si tienes suerte, este frenesí de sustituir ropa constantemente acaba cuando tus hijos tienen la delicadeza de dejar de crecer a los 18 años. Pero ¿qué haces mientras tanto con tanta ropa?
Lo primero es entender por qué esto es un problema. La mayoría de los padres tenemos la sensación de estar destinando un gran porcentaje de nuestro presupuesto en ropa para los hijos (y muchas veces no queremos saber la cifra exacta). Algunos estudios han señalado una aproximación de cuánto gasta el hogar promedio en su presupuesto anual de ropa; es asombroso ver que proponen que para la mayoría de las familias puede llegar a representar hasta el diez por ciento de sus ingresos.
¿Por qué destinamos tanto presupuesto a la ropa infantil y de bebé?
Los niños son un grupo etario en constante crecimiento, que combinan momentos de crecimiento lento y otros extremadamente rápido. De un mes a otro, un bebé sufre transformaciones visibles en su cuerpo, y en bebés recién nacidos, incluso entre semanas. Es un cambio increíble que se traduce en la necesidad de reemplazar constantemente esas prendas para adaptarse a estos cambios. Por eso es habitual que los padres decidan proveerse de ropa de segunda mano para ahorrar dinero.
No obstante, hay truquitos muy simples que pueden hacer que la ropa de nuestros hijos duren más de lo que lo harían habitualmente. Simplemente hay que escoger bien la ropa que vamos a comprar.
- Pantalones con cintura ajustable. Una cintura elástica puede acomodar un crecimiento rápido y repentino sin demasiados problemas.
- Ropa interior larga. La ropa interior se puede doblar en función del tamaño del niño.
- Vestidos largos sin mangas. Los vestidos desmangados son las prendas ideales para adaptarse al crecimiento, ya que no parecerán de un tamaño inadecuado cuando la niña sea un poco más mayor, simplemente parecerá que lleve un vestido corto.
¿Qué hacer con la ropa que se les ha quedado pequeña a nuestros hijos?
Esta realidad hace que los padres reciban mucha ropa de regalo por parte de familiares y parientes, y claro, a medida que el niño crece, vamos acumulando ropa en casa que nunca más (a menos que tengamos otro hijo) vamos a volver a utilizar. ¿Qué podemos hacer con ella? Hay muchas opciones.
- Donar la ropa a familiares o amigos. Si tienes ropa de bebé que ya no usas y tus amigos acaban de tener un hijo, quizá están interesados en conseguir ropa de segunda mano.
- Donarla a una ONG. Muchos niños alrededor del globo están necesitados, y existen asociaciones que gestionan este tipo de donaciones.
- Guardarla a buen recaudo y dársela a tus hijos cuando tengan sus propios hijos. Muchos padres optan por esta opción, aunque luego es decisión de los hijos si continuar con la tradición o no (muchos pueden creer que su antigua ropa está pasada de moda, y acaban comprando prendas nuevas para sus hijos. El gozo en el pozo de los padres).
El caso de los zapatos
A medida que los niños crecen, su estructura ósea se consolida; esto quiere decir que una de las partes del cuerpo donde más se nota este crecimiento desmesurado es en los pies. Y en el caso de los pies, es mejor no reparar en gastos, puesto que son una parte muy importante para el desarrollo de los niños y comprar unas tallas de más como se podría hacer en el caso de las camisetas o los vestidos, no es lo más recomendable. De hecho no es recomendable en absoluto.
Aquí tienes un post que escribimos hace un tiempo y que te habla sobre cómo comprar zapatos a tus hijos.
Los zapatos siempre tienen que ser del número correcto, o podría afectar a la postura de los niños; por esto es importante estar al tanto de la longitud de los pies de nuestros hijos, y asegurarnos de que no les aprietan o les van demasiado holgados.
Muchas veces, es mejor dejarlos descalzos por casa, usando solo un par de calcetines, para no constreñir demasiado los pies; especialmente en el caso de niños muy activos.
Lidia es nuestra redactora jefa, y hace tiempo que colabora con Monpetit. Mamá de 3 peques con los que aprende a enamorarse de la vida día a día.
¡Muy buenas ideas! Me gusta mucho este blog 🙂 Gracias a vosotrxs, idear nuevas maneras de acompañar a nuestros peques en su crecimiento es más fácil y divertido.
Gracias, Batasdeguardería.