¿Cómo escoger calzado infantil según la edad del niño?

La elección del calzado ideal para nuestros pequeños es fundamental para el correcto desarrollo de sus pies. Es importante saber qué zapatos son los adecuados para cada etapa evolutiva de nuestro/a hijo/a, ya que sus pies necesitarán varios años para tomar la forma y posición definitivas.

¿Cuál es el mejor calzado para bebés?

Muchos padres y madres insisten en calzar a sus bebés que aún ni siquiera gatean, sobre todo en los meses más fríos del año; sin saberlo, están privando al bebé de una herramienta fundamental para descubrir su entorno, ya que desde el nacimiento hasta los nueve meses los pies tienen mayor sensibilidad táctil que las manos. Calzar a los bebés impide que puedan absorber muchos de los estímulos de su entorno, además de que el movimiento de los pies en relación con su entorno influye en el desarrollo del Sistema nervioso central. Según el podólogo Javier Ferrer:

Como escoger calzado para niños

Por lo tanto, y siempre que sea posible, nuestros hijos e hijas deben ir descalzos. Evidentemente, esto no va a ser posible durante los meses de invierno, en cuyo caso los bebés que aún no caminen deberán llevar zapatitos cómodos, blandos, sin suela y sin costuras para evitar molestias y roces. Unos calcetines gruesos son también una buena opción. Aunque los zapatos sean bonitos y combinen con la ropa, lo importante es la comodidad y el bienestar del bebé. Ya habrá tiempo para que lleve zapatos cerrados y más rígidos.

Una vez nuestro bebé empieza a gatear, podemos ponerle lo que se conoce como “zapatos de aprendizaje”: de suela blanda y flexible, con protección tanto en la puntera como en el talón y hechos de materiales naturales que dejen transpirar al pie, como el cuero. La suela servirá para darle agarre y seguridad en caso de que decida empezar a ponerse de pie.
De nuevo, lo ideal es que vayan descalzos el mayor tiempo posible, y usar los zapatos solamente cuando no quede otra alternativa.

Consejos para comprar los primeros zapatos de nuestros hijos

Entre los 12 meses y los 3 años, los niños y niñas necesitan buenos zapatos, con aireación, ligeros y cuyas plantas sean gruesas y antideslizantes. Debemos comprarles únicamente un calzado que proporcione equilibrio, estabilidad, sujeción y flexibilidad. Lo ideal es que estén hechos de buenos materiales, que tengan la caña blanda y flexible y que tanto el talón como la puntera vayan cerrados y reforzados. Debemos fijarnos que sean un poco holgados (alrededor de 15 mm) y que la suela sea blanda y no tenga un grosor mayor a 3 mm. Si además de todo esto tienen velcro, permitiremos que nuestro/a hijo/a pueda aprender a ponérselos solos, permitiendo así su desarrollo psicomotriz y favoreciendo su autonomía.

No es sencillo elegir los primeros zapatos de nuestros/as hijos/as. Siempre queda la duda de si es la talla adecuada, de si le resultan cómodos, de si se les están quedando pequeños… Desde luego no es tarea fácil, sobre todo si nuestro bebé ya camina pero no habla. Así que ahí van una serie de consejos que pueden sernos de ayuda, y que nos servirán durante todas sus etapas de crecimiento:

  • Idealmente, mediremos los pies de nuestro/a hijo/a antes de ir a elegir el calzado. Colocaremos el pie sobre una cinta métrica con el/la niño/a de pie; la distancia entre el talón y la punta del pulgar es la talla correcta de zapato. Mediremos cada dos meses para asegurarnos que sigue siendo la talla correcta.
  • Nunca comprar zapatos sin haberlos probado primero. Cada fabricante tiene su propia horma y las tallas pueden variar. Para probarlos debemos hacer que el/la niño/a camine un poco por la tienda con ellos, observando cómo camina. El zapato no debe molestarles nunca, ni siquiera cuando lo estrenan.
  • Hay que probar los zapatos siempre con calcetines y comprobar que quede un espacio de unos 17 milímetros entre el dedo pulgar el pie y la puntera. Lo ideal es hacerlo por la tarde, cuando los pies están más hinchados. Nunca debemos comprar un número mayor para que les sirvan durante más tiempo, ya que esto podría alterar la forma de sus pies y provocarle heridas. Aún así, comprobaremos regularmente que el calzado no se le ha quedado pequeño, ya que en las fases de crecimiento, el pie de un/a niño/a puede llegar a aumentar tres tallas en un solo año.
  • Es mejor si no usamos calzado heredado, ya que cada niño tiene su propia pisada y puede ser contraproducente.
  • Los zapatos deben ir por debajo de los huesos laterales del tobillo (llamados “maléolos”). En el caso de las botas, deberán ser lo suficientemente flexibles para permitir el movimiento libre del tobillo.
  • El calzado debe ser lo suficientemente ancho por delante como para permitir a los dedos abrirse y moverse con libertad.
  • Siempre que se pueda, deberemos dejar que el pequeño ande descalzo.

Calzado para niños a partir de 3 años

Entre los 3 y los 6 años, los pies de los niños y niñas pueden llegar a crecer en torno a 1 milímetro al mes, por lo que tendremos que medirlos con regularidad, asegurándonos que el calzado que llevan es de la talla adecuada.

Entre los 7 y los 14 se empieza a establecer el patrón de la marcha adulta, aunque el pie no está completamente desarrollado.

La fase de crecimiento dura hasta los 15 años en niños y hasta lo 13 en las niñas, y dicha fase incluye por supuesto sus pies. Para que éstos se desarrollen de forma sana, necesitan dos cosas: espacio suficiente y una correcta ventilación.

¿Cuáles son los problemas derivados de un calzado inadecuado?

Desde problemas de espalda y de rodillas hasta deformidades en los dedos, uñeros, tendinitis… Es decir, consecuencias que pueden ser muy severas. Como los pies de los pequeños son muy blandos y flexibles, no suelen darse cuenta cuando los zapatos les van pequeños; por ello es responsabilidad de los adultos no solo el comprobar regularmente su estado y tomar medidas de los pies, sino asegurarnos que adquirimos calzado de buenos materiales que cumplan los requisitos que ya hemos comentado.

 

Deja un comentario

Tags: